Nuevo y esencial debate: drogas sociales (?)

No sólo el dólar deja translucir la batalla cultural que atraviesa el seno de la sociedad Argentina. El debate actual, que se está dando en el Congreso Nacional, para despenalizar la tenencia de drogas para el consumo personal,  es social y culturalmente trascendental.

Es evidente que tantos cambios ameritan observar y reflexionar sobre el cambio de paradigma en el que se encuentra la sociedad  -porqué no también, el mundo todo-, que ya repercute en ámbitos sociales, culturales y económicos; pero por sobre todas las cosas, lo que llama la atención, es que el proceso deriva de la política, y se da en democracia, que el buen lector sabrá diferenciar a la hora de juzgar, no sólo en el contexto que se desarrolla sino también bajo las condiciones apropiadas del proyecto político en el que nos vemos sumergidos.

Claro está que, la despenalización lo que busca es no criminalizar al consumidor. Se pueden dar muchos ejemplos en los cuales el consumidor no necesariamente es ladrón, chorro, ratero, abusador o asesino.

Es necesario que la sociedad  comprenda que son dos caminos totalmente separados. El consumo de drogas va en una dirección, la marginalidad y criminalidad por otro. Si bien pueden cruzarse en la vida de las personas estos caminos no necesariamente cambiaran la esencia del ser. El buen tipo siempre lo será, aún drogado, y al mal tipo hay que ayudar y no segregar.

Más allá de saber que la peor tóxicodependencia es el alcohol, hay que advertir también que existe un fenómeno, como el paco, que aparece más íntimamente en las micro sociedades más marginales, en una población barrial vulnerable sin inclusión social y minoritaria pero sin duda recuperable.

Sin embargo, discriminar aún más a estos actores, no nos ayudará y tampoco forjará el cambio que necesitamos para combatir al adicto o enfermo. La prohibición no beneficia sino que criminaliza al consumidor y no ataca necesariamente al productor.

Otro caso que se debería rever es el de los deportistas con doping positivo por consumo de drogas sociales (marihuana o cocaína). Ya se ha demostrado que estos estupefacientes no mejoran el rendimiento deportivo de un competidor sino que, más bien lo empeoran; ningún futbolista optimiza su producción habiendo consumido una línea de coca o simplemente habiendo fumado un porro antes de jugar.

Por otro lado, la penalización de la tenencia “habilita a la policía a molestar, a extorsionar, a veces a hacer caja, a meterse en la vida personal”, así lo explicó el juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni, invitado de lujo en el anexo del Congreso Nacional para tratar justamente éste tema. Y agregó: “La ley sigue vigente y la corporación policial continúa deteniendo consumidores”.

Sin duda hay que recordar, tener siempre presente, que si quiere, verdaderamente, auxiliar, socorrer y cuidar al otro hay que mirarse al espejo y reflexionar en que el adicto puede ser un un amigo, familiar, un hijo o hermano, o simplemente quien escribe este enunciado.









Para mas información pueden ver este informe del  Sedronar: 
Estadisticas Analisis del trafico de estupefacientes en Argentina