- Che Chime, viejo, ¿qué
significa para vos “Artex”?
En qué problemón me metió, no sabía cómo empezar, que decirle, me
descolocó. Pero, qué lindo es pensar y recordar tan sólo por un rato los gratos
momentos que uno ha vivido junto a sus amigos.
Reflexioné sobre alguna situación que pueda simplificar el significado
y simbolizar el contenido de esa tan preciada palabra, y le pedí permiso para
extenderme a una frase o a un comentario que, sin querer ni pesar, se
fue convirtiendo en una anécdota.
Allá por
mediados del año 2006 con Mara, decidimos encasillar nuestro amor con dignos
papeles nupciales.
Si bien ya
convivíamos, mas luego de tantas idas y vueltas que había tenido la relación -de
las cuales no vamos a ahondar en los detalles- tanto era el amor y la necesidad
de sellar el compromiso que acepté que: la celebración eclesiástica y
posterior fiesta se lleve a cabo un sábado!!.
Sí señor, un sábado, el mismo sábado que tenemos asignados los amigos para reunirnos, para cumplir con la sana costumbre futbolera y mostrar las habilidades con la redonda en un modesto campo de juego del Parque Rivera Sur.
Sí señor, un sábado, el mismo sábado que tenemos asignados los amigos para reunirnos, para cumplir con la sana costumbre futbolera y mostrar las habilidades con la redonda en un modesto campo de juego del Parque Rivera Sur.
Ni yo lo creía,
pero siempre fui de la idea que las cosas se resuelven en el momento, en el
mismo instante que se dan. Es por eso que esperé hasta último momento. Tenía la
esperanza que ese mismo sábado lloviera y se suspendiera la fecha. Si bien no
nos jugábamos la punta del torneo tampoco promediábamos los últimos lugares de
la tabla y la continuidad de seguir en la primera categoría.
Pero no hay
partidos menos importantes que otros, en todos quiero jugar, en cualquier
puesto, pero jugar.
Creo que es el
sentimiento de todos mis amigos y la base fundamental del porqué este equipo de
amigos perduró tanto en el tiempo.
Llegó el jueves
4 de mayo, y llegó el casorio de civil. El tiempo se mostraba inmejorable para
esa fecha y las condiciones eran óptimas para el sábado siguiente. Mi
pronóstico se caía y la lluvia no aparecía. Debía buscar otra alternativa sin mostrarme
tan interesado en cumplir con mi responsabilidad (la de estar presente para
cuando Perchu dé la lista de los 11 del comienzo).
El mismo
sábado, bien tempranito con unos amargos en el estribo, justo antes del
comienzo de los últimos trámites, Marita me comentó que pensaba cambiarse al
blanco en Banfield, en la casa de sus padres, y salir hacía la parroquia de
Matheu desde ahí mismo.
No terminó la
frase del final que acepté sin duda alguna. En milésimas de segundos había
organizado mentalmente el plan y no me cabían dudas de lo perfecto que era.
Sabía que las
mujeres se toman su tiempo para arreglarse y tal compromiso no podía
desarrollarse en tan sólo un par de horas, inmediatamente, noté que tan solo
debía atesorar los botines y las vendas en un lugar seguro del auto, el
pantalón y las medias me las prestaría Chelo, yo me debía ocupar en rezar para que
Mara olvide de revisar la guantera, alcanzarla a la casa de mis
suegros para así combinar con mi vieja para que me prepare el traje a la hora
que vuelva del Parque.
Y como toda linda historia tuvo un final feliz, el partido lo jugué completito, luego me casé y la fiesta
fue una alegría. La lluvia?, la lluvia no se asomó durante toda la noche.
El resultado
del partido no lo recuerdo pero lo que nunca voy a olvidar es que Chelo, al día
de hoy, me debe la apuesta.
¿Qué significa
Artex?, creo que queda claro ¿no?
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