A dos meses de haber asumido la presidencia Mauricio Macri y sin la aplicación del Protocolo Antipiquete se desalloró el primer paro nacional organizado por la Asociación del Trabajadores del Estado (ATE), la Centrales de Trabajadores Argentinos (CTA) y la Autónoma (CTAA), así como distintas organizaciones sociales.
Los trabajadores se movilizaron en contra los despidos generados en los sectores públicos y privados que, desde la asunción del presidente, ya suman cerca de 50 mil puestos de trabajo.
Las principales movilizaciones se vieron en el centro de la Cuidad de Buenos Aires, en Córdoba, en Mendoza y en Neuquén con una cantidad muy importante de trabajadores.
Principalmente los reclamos fueron en contra de la implementación de las políticas de ajuste desarrolladas por el actual gobierno liberal.
Los carteles más frecuentes fueron a favor de combatir la pobreza, el NO pago a los fondos buitres, en contra de la reducción del Estado y la reincorporación de los rabajadores despedidos.
En el mismo contexto los gremialistas anuncian que "no abrá ni piso ni techo" para negociar las paritarias y piden reveer la modificación en el impuesto a las Ganancias luego de la oficialización por parte del Gobierno.
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